Los bienes producidos en la agricultura chilena son esencialmente productos transables internacionalmente, ya que son objeto actual y potencial de comercio internacional. Por consiguiente, los precios que el productor chileno obtenga por ellos son afectados por los precios internacionales. En esas condiciones, si el valor de un producto –una manzana o un quintal de maíz- tiene un precio en dólares o cualquier moneda extranjera, su valor en moneda nacional es determinado por el tipo de cambio vigente, esto es, por el número de pesos a que se puede cambiar cada dólar recibido o pagado.