Alumni FAIF Camila Bañales, ganadora Beca L’Oreal UNESCO 2021: “el mundo avanza hacia entender cuán interrelacionada está la naturaleza con el ser humano”
El programa “For Woman in Science” reconoció la trayectoria de la ingeniera agrónoma por su innovador trabajo relacionado con el agua, cambio climático y los sistemas socio-ecológicos. Este premio se ha consolidado como una de las más importantes iniciativas para promover la carrera de mujeres científicas en Chile y gran parte del mundo.
Desde su creación en 1998, el programa L’Oréal UNESCO For Women in Science busca reconocer y promover una mayor participación femenina en el desarrollo científica a través de reconocimientos para científicas con trayectoria y becas para jóvenes investigadoras. Este es el caso de Camila Bañales Seguel, quien recibió el premio como tesista de doctorado por sus estudios sobre sistemas socio-ecológicos, particularmente, en el caso de los ríos y quienes habitan sus cuencas.
Cada año se reconoce a dos investigadoras, una que curse un doctorado en Ciencias de la Vida, Ciencias de la Materia y Ciencias Matemáticas y otro para quien curse un post doctorado, categoría que ganó Claudia Maturana.
“Es un premio bastante prestigioso que representa a la trayectoria de mujeres científicas que son reconocidas internacionalmente, y se siente un honor ser parte de ese grupo. Además, implica una plataforma muy valiosa para hacer ver ciertos aspectos de lo que implica ser mujer en ciencias y de cómo, aun siendo minorizadas -aunque no seamos realmente una minoría- vamos abriendo caminos para otras verdaderas minorías o personas desplazadas, más allá del binario hombre-mujer”, destaca Camila, ingeniera agrónoma de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC.
Su trayectoria comenzó precisamente en la Facultad, con el profesor Luca Mao, cuando durante su tesis de pregrado estudiaron los ríos y aprendió sobre hidrogeomorfología con un caso de estudio en el río Exploradores, en la región de Aysén. “Desde ahí me enamoré con el funcionamiento de los ríos, el transporte de sedimentos, la interfaz con los ecosistemas terrestres y, cuando empecé a aprender sobre un marco de estudio emergente y cada vez más aceptado que son los sistemas socio-ecológicos, empecé a entender los ríos más allá de la dimensión humana”, recuerda la joven investigadora.
Actualmente cursa el tercer año de su Doctorado en Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción y su 2022 se proyecta como un período para decantar, procesar resultados y escribir. La tarea no es menor, ya que, al conducir una tesis interdisciplinaria, debe hacer dialogar desde datos cuantitativos de más de un año de mediciones hidrológicas, pasando por el muestreo de peces nativos y exóticos, hasta información cualitativa obtenida a través de metodologías de investigación social con un enfoque etnográfico, como una serie de talleres de mapeo colectivo en el formato propio de los pehuenches, el trawün.
Nuevas formas de hacer ciencia
Camila pertenece a una generación de jóvenes investigadores que no sólo hacen preguntas científicas, sino que se cuestionan cómo hacer ciencia. En ese sentido, el Premio Internacional L’Oréal-UNESCO reconoce la originalidad y pertinencia de su línea de investigación, además de la fuerza comunicacional de sus propuestas.
“Es una línea de investigación promisoria porque muchos de los problemas que enfrentaremos en el futuro tienen que ver con aguas y su gestión, la democratización del conocimiento, esta transición que vamos a vivir desde el actual modelo establecido en el código de aguas va a cambiar. La transición es aún indefinida y será compleja, así que tener la mayor cantidad de información sobre cómo las personas valoramos los socio-ecosistemas fluviales, y entendiendo que desde distintas culturas hay distintas valoraciones, permitirá apuntar hacia políticas públicas que valoren la diversidad que existe en el país”, reflexiona.
Su trabajo surge de la convicción en que el mundo avanza hacia a entender cuán interrelacionado está la naturaleza con el ser humano, conocimiento que permitiría realizar una mejor gestión de río y de cuencas en Chile. “Es bueno comprender estos sistemas de manera integrada desde el comienzo, estudiarlo como conjunto, dialogando con los conocimientos locales que son sumamente importantes y complementarios al conocimiento científico o académico”, agrega.
Esta vocación comunicacional también fue reconocida por el jurado y se traducirá en parte importante de su tesis. Junto a un ilustrador y un director audiovisual están desarrollando una serie de cápsulas e infografías para compartir la información derivada de la investigación con las comunidades, colaboradores, facilitadores de los mapeos colectivos, y participantes de terrenos, para empoderarlos con el conocimiento.
‘For Women in Science’
El premio, que incluye un importante monto en dinero, permitirá que ambas ganadoras desarrollen sus respectivas tesis en ámbitos que involucran el uso inteligente del agua y la acción contra los efectos del cambio climático.
Su adjudicación se da entre 60 postulantes a la versión 2021, cuya trayectoria fue revisada exhaustivamente por un jurado de siete miembros (conformado por seis mujeres y un hombre). La presidenta del comité, la profesora Gloria Montenegro, es la primera chilena en ganarlo en 1998, un ícono del programa y profesora emérita de la Facultad.
“Uno de los principales objetivos del programa es empoderar a las mujeres y darles el valor y el lugar que merecen en la sociedad. Hoy la ciencia es una de las áreas donde la desigualdad de género se vive al más alto nivel, y se hace cada vez más evidente a medida que avanzan hacia mayores desafíos. Necesitamos, por lo tanto, historias, relatos y ejemplos de mujeres científicas que inspiren a otras y movilicen en pos de resolver los grandes desafíos del mundo”, explicó en la ceremonia de este año.
Camila profundiza en ese aspecto y concluye que “si confiamos en que la creatividad y las soluciones, talentos y conocimiento están igualmente distribuidos en la población humana, y que las mujeres son igual de capaces que los hombres para formular conocimiento y otras actividades académicas. Si excluimos a las mujeres del mundo académico, entonces nos estamos perdiendo la mitad de las soluciones”.
En ese sentido, instancias como el L’Oreal UNESCO, afirma la joven investigadora, entregan nuevos referentes y oportunidades para salvar esta brecha. “Hay mucho camino avanzado y para mí es un privilegio y una felicidad muy grande hacer mi doctorado guiado por dos grandes mujeres: la profesora Evelyn Habit y Amaya Álvez. Aprendo de ellas no solo en sus materias, sino también observándolas ser y desempeñarse como mujeres en ciencia. Eso es muy valioso porque una se proyecta en estas referentes y se siente más capaz también. Hay una valoración diferente del trabajo cuando esto se comparte”.