A inicios de este mes partieron a la ciudad Chitima en Mozambique, África, uno de los equipos ganadores del XI Concurso de Investigación para Académicos que organiza la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana junto a la Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El profesor José Luis Riveros junto al estudiante Diego Rodríguez, viajaron hasta el continente Africano para comenzar la investigación titulada: “Seguridad alimentaria y ganadería caprina: aspectos sociales y pecuarios”, que entre sus objetivos quiere establecer inicialmente un diagnóstico socio-productivo una comunidad rural, para posteriormente diseñar e implementar una unidad demostrativa de producción de leche y queso caprino con el objetivo final de fomentar el consumo de queso maduro en los niños incrementando la calidad final de su dieta.

 

José Luis: Es un proyecto de intervención dietaria que busca mejorar el acceso y calidad de proteínas en la dieta de los niños de una comunidad al norte de Mozambique, en la provincia de Chitima. Ellos sólo han tenido una experiencia en producción de queso de cabra, y dada la puesta en marcha de nuestro proyecto se encuentran en las etapas iniciales de construcción de instalaciones para procesamiento de leche y elaboración de quesos, con el objetivo a largo plazo que los niños vayan incorporando queso maduro de cabra en su dieta este producto a su dieta.

Diego: Yo estaré en la zona desarrollando una línea base en aspectos socio-culturales y ganaderos, para saber cuál es su realidad alimentaria. Al tener toda esa información, la idea es comenzar un prototipo de sala de maduración y con eso proyectar una intervención dietaria según el nivel de desnutrición de los niños. 

 

José Luis: En el corto plazo la meta es mejorar las prácticas de manejo. En condiciones tan precarias un pequeño cambio tecnológico puede significar un tremendo aporte, principalmente en los ingresos de estas comunidades y en el medio plazo la incorporación paulatina de este alimento en la dieta. El aumento de los ingresos, hemos pensado incrementarlo a través de incentivar la producción de leche caprina en comunidades vecinas al centro y que el centro se convierta en un poder comprador de leche y productor de queso. Sobre la intervención, en una primera etapa pensamos trabajar con los niños que viven en el centro y los que llegan a practicar deporte los fines de semana.

 

José Luis: Buscamos una comunidad que fuera ganadera, que estuviera asociada a una misión católica y en el fondo fue la comunidad que se mostró con mejor disposición a recibirnos. Desde el punto de vista social  y de seguridad es una de las zonas con menores brotes de guerrillas y una de las zonas más pobres de Mozambique.

 

Diego: Estuvimos investigando sobre intervenciones africanas y la mayoría se establece en Sudan, Kenia y Tanzania. Hay varios de estos estudios con los que hemos intentado tener contacto, que trabajan en la producción de ganado, pero este podría ser el primero en ocuparse de productos y subproductos lácteos. Además, en general los proyectos que hemos analizado carecen de un diagnóstico inicial, el cual yo realizaré como parte de mitesis de postgrado, el cual es esencial para medir el impacto de la intervención dietaria posterior. 

 

José Luis: Me genera emoción y miedo de sentirnos frustrados, porque es una tarea bien difícil, pero a la vez un gran desafío que el “jefe”, como le digo yo a Dios, nos puso en el camino. Con sólo el hecho de poder hacer pequeños cambios que pueden causar un efecto tan grande justifica todo nuestro esfuerzo.  

Diego: Estar allá representa para mí la expresión máxima de la desigualdad en el mundo en que vivimos y que producto de la vida acelerada que llevamos no nos damos cuenta. Las personas allá deben vivir con lo mínimo.

 

José Luis: Además de la esperanza de lograr cambios que ayuden a la comunidad, también desde el punto de vista formativo, sentimos y esperamos que esta experiencia pueda servir de ejemplo a las futuras generaciones para que más personas se motiven.

 

José Luis: Primero agradecer a la Universidad por su apoyo, dado que siento que es una responsabilidad que una Universidad Católica debe tomar, dada su función pública y que es coherente con nuestra misión. Es muy reconfortante que el Fondo Pastoral nos haya apoyado en este proyecto y nos permita sembrar la primera semilla.

Diego: Yo siento que es un deber en cuanto a los valores que tienen la Universidad, que nos permite generar ese espacio de diálogo entre lo que dicta nuestro corazón y lo que la ciencia expone.

 

 

Agradecimientos a equipo periodístico de Pastoral UC