noticias

Investigadoras agrícolas buscan aportar soluciones a virus que atacan principales cultivos de la región

Un equipo de investigadoras de la Pontificia Universidad Católica de Chile está ejecutando dos proyectos -FIC y FIA- investigando las enfermedades virales emergentes que hace cuatro años comenzaron a afectar la producción de pimentones, tomates, ají y otras solanáceas en la región de Arinca y Parinacota.

En los últimos años, alrededor de un 80% de la producción de solanáceas se vio afectada por la presencia de virus calificado por los expertos como "emergente", el cual provoca manchas negras, anillos, cambios de color y necrosis, bajando la calidad de las principales hortalizas producidas en la región, afectando con ello su valor en el mercado.

Hasta el momento, ya se han detectado dos virus muy invasivos: el Tomato Spotted Wilt Virus, más conocido como el "virus del bronceado del tomate"; y el Pepper Necrotic Spot Virus o virus de la mancha necrótica. Ambas enfermedades pueden afectar desde el 30% hasta el 100% del rendimiento si la planta se encuentra en una etapa temprana de desarrollo. Mientras más temprana es la infección, más perjudicial es su efecto.

Es por esto por lo que un equipo de investigadoras de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC, lideradas por la Marlene Rosales, Dra. en fitopatología y Claudia Rojas, Dra. en ciencias de la agricultura, están ejecutando dos proyectos en la zona, que esperan aportar a los pequeños y medianos agricultores de la región a diseñar estrategias de adaptación y manejo para estas enfermedades.

Se trata del proyecto impulsado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) "Diagnostico manejo y control de enfermedades virales en hortalizas de la región de Arica y Parinacota" y del FIC "Programa tecnológico y de capacitación en enfermedades emergentes en cultivos hortícolas de la región", el cual trabajará directamente en la transferencia de conocimiento a estudiantes de liceos agrícolas de la región.

"Estas enfermedades emergentes han producido un gran impacto en la agricultura regional y esperamos aportar en entregar soluciones en dos niveles: a los pequeños y medianos productores y también a los estudiantes que se están formando en liceos agrícolas, para que incorporen desde sus estudios el contacto con las problemáticas de la región", explicó la Dra. Rosales.

Por su parte, Felipe Olivares, representante regional de FIA, destacó la importancia que tiene la el levantamiento de las demandas del sector silvoagropecuario de la región, para aportar desde la innovación a la solución de estas problemáticas: "la región de Arica y Parinacota abastece cerca del 40% de las hortalizas en contra estación de la zona central de Chile, así que de cierta manera somos una despensa de los recursos hortícolas para nuestro país, por lo que es muy importante mantener y proteger esta actividad que es tan relevante para la economía regional", aseguró.

Estrecho vínculo territorial

Los ensayos del proyecto FIA ya comenzaron, lo que permitió visitar y muestrear frutos afectados, los que serán analizados en laboratorio por un equipo de bioquímicos y agrónomos en la Pontificia Universidad Católica de Chile, pero al mismo tiempo visitar a productores y conversar con ellos.

"La comprensión y conocimiento de la cultura y características de los agricultores y agricultoras de la región es fundamental para que el trabajo logre implementarse y además enfrentar el desafío de sostenerse en el tiempo", explicó la Dra. Claudia Rojas.

En la visita a la región el equipo también se reunió con el director y equipo del liceo José Abelardo Núñez, donde recorrieron sus dependencias y evaluaron posibles mejoras en sus laboratorios e infraestructura gracias al proyecto FIC.

La agenda contempló también una reunión con la seremi (S) de agricultura, Agneta Hice, quien expresó que "la colaboración entre organismos gubernamentales, universidades y agricultores/as desempeña un papel crucial en el diseño e implementación de soluciones a los principales desafíos agrícolas de la región". En este sentido, destaca que "la participación de la Universidad Católica de Chile contribuirá a fortalecer la capacidad local de investigación y formación de recursos humanos. Esto permitirá la transferencia de conocimientos y tecnologías no sólo dirigida a los agricultores y agriculturas locales, sino también a los profesionales del Agro", aseguró.

Como resultado de esta investigación, se promoverá la implementación de medidas de prevención y control eficaces, lo que fortalecerá la resiliencia de los cultivos de tomate y pimiento frente a las enfermedades virales. Además, se generarán mejoras significativas en las prácticas agrícolas, fomentando el uso de métodos más eficientes y sostenibles en el manejo de los cultivos. Estas mejoras contribuirán no sólo a la protección de los cultivos, sino también a la optimización de los ingresos de los productores y, en consecuencia, esperan ser un aporte al desarrollo económico regional.