¿Pueden los impuestos mejorar la calidad nutricional de la dieta en Chile?
La investigadora y académica de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Grace Melo, analizó la publicación que aborda el conjunto estructural de políticas públicas y medidas económicas orientadas a regular los ambientes obesogénicos.
Chile se encuentra entre los diez países con mayor obesidad y sobrepeso del mundo, en ese marco, ha implementado diversas políticas orientadas a modificar los ambientes que promueven malas prácticas de alimentación. El estudio liderado por la académica de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Grace Melo, evaluó la propuesta de la Comisión de Expertos en una Reforma Tributaria que apunta al nutriente (azúcar), y la alternativa de impuesto a una tasa fija en alimentos con sello (que apunta al producto, como bebida azucarada) para comprender sus efectos.
"Un impuesto transversal del 18% a todos los alimentos no saludables (con sellos) resultó más efectivo en mejorar la calidad de la dieta, que los impuestos en base al contenido de nutrientes críticos. Además, este impuesto del 18% generaría un menor impacto en el bienestar económico de los hogares. Sin embargo, no lograría reducir el consumo de sodio y azúcar a los niveles recomendados por la OMS", señala Melo.
El estudio observó que estas medidas económicas generan sustitución de alimentos no saludables a otros menos procesados, pero es pequeña. En ese sentido, Carlos Caro, coautor e investigador del Departamento de Políticas de Salud, University of North Carolina at Chapel Hill, señala que "en los hogares de ingresos más bajo, la sustitución ocurre dentro de una misma categoría más que entre categorías. Las personas pasan de comprar soda, por ejemplo, a comprar jugos en polvo. Termina consumiendo la misma cantidad de azúcar, pero gastando menos recursos".
"Las medidas que se han tomado son a corto plazo, pero no estructural, en la cual se involucren diversos factores que logren cambios en patrones de consumo y dieta en el tiempo", concluye Melo y el estudio establece que las políticas orientadas a modificar los ambientes que promueven la obesidad, tienen que estar conectadas con iniciativas que promuevan la actividad física, la salud comunitaria y salud mental.
Puedes conocer más sobre el estudio en el Podcast Diálogos de la Agenda Pública o su versión disponible en Youtube.