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Quillay de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal se une a red internacional de monitoreo de campos electromagnéticos de los árboles

La iniciativa busca investigar los ritmos eléctricos de los árboles y su posible correlación con eventos masivos como guerras, estallidos sociales o pandemias. Este innovador proyecto está a cargo de la investigadora Rosanna Ginocchio.

Tree RhythmsTM o “Ritmo de los árboles” es el nombre de este innovador proyecto de Ciencia Ciudadana (www.treerhythms.net). Sí, porque gracias a electrodos como los que se utilizan para examinar la salud humana, sabemos los árboles emiten potenciales de voltaje en el rango de los milivolts y que además generan campos electromagnéticos. A partir de esta premisa, se crea este estudio del HeartMath Institute (www.heartmath.org), para estudiar el comportamiento de este fenómeno, en busca de demostrar la hipótesis de la interconectividad de los campos electromagnéticos, la cual postula que la naturaleza es una sola red de campos energéticos que interactúan.

El Quillay (Quillaja saponaria) ubicado en la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal (FAIF), especimen endémico de la zona central de Chile, está siendo monitoreado por una serie de instrumentos y es el segundo árbol de América Latina en sumarse a esta red creada por un prestigioso centro de investigación de California.

La encargada de los estudios es la Profesora Rosanna Ginocchio, académica de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC, parte del Departamento de Ecosistemas y Medio Ambiente (DEMA) e Investigadora Principal del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC).

“Aunque desde comienzos del siglo XX se ha estudiado la electricidad o los potenciales de voltaje en las plantas, son pocos los estudios científicos que investigan cómo nuestros estados emocionales pueden ser captados e influir en organismos tan distintos como las plantas”, explica la académica, pues no sólo se trata de cómo los árboles pueden arrojar indicadores para predecir eventos naturales, sino de estudiar cómo las personas interactuamos con la naturaleza:

“Lo más innovador de este proyecto es focalizar nuestra atención y estudio en cómo las conductas emocionales del ser humano pueden afectar a organismos tan distintos como las plantas. Estudios como la hipótesis de Gaia del biólogo británico James Lovelock fueron pioneros en este campo en la década de los 70, pero la ciencia sigue interesada en profundizar en este fenómeno, que actualmente se nombra como “relaciones recíprocas hombre naturaleza”, detalla.

Resultados preliminares

Las mediciones ya han arrojado algunos datos interesantes: mediados del mes de febrero se produjo un peak de baja en el potencial del tronco del árbol, coincidiendo con la baja de personas dentro del campus San Joaquín por las vacaciones de verano. Posteriormente, al llegar a la quincena de marzo se produjo un peak de alta en este voltaje, coincidiendo con la llegada de la comunidad UC al campus en el mes de marzo. Todos estos registros pueden ser vistos en tiempo real, al igual que los de los demás árboles que están siendo monitoreados en el mundo, en el sitio web del proyecto: https://treerhythms.net/view.

En el Canal 2 (tronco árbol-suelo) se han producido variaciones en el potencial de voltaje durante el mes de marzo las que podrían estar relacionadas con un aumento de actividad sísmica en esta zona: recordemos que el día 21 de marzo se percibió un temblor con magnitud 5,6 que tuvo su epicentro a 13 km al noroeste de Melipilla.

Esto solo es un análisis inicial al comportamiento observado en los gráficos que se van entregando en tiempo real, los cuales apoyan la tesis de Friedemann Freund, investigador de la NASA y colaborador de esta iniciativa, quien postula que las rocas ubicadas en las profundidades de la tierra actuarían como grandes baterías cuando son estresadas por las fuerzas tectónicas de las placas en movimiento, que anteceden a los terremotos, los que afectarían la actividad eléctrica de los árboles ubicados en el área de ocurrencia de un sismo.

“Investigaciones realizadas en Japón han determinado la ocurrencia de cambios en los potenciales de voltaje de los árboles con días de antelación a la ocurrencia de un terremoto, pero es necesario profundizar en estas investigaciones”, explica Ginocchio, quien agrega que “Apoyar el estudio que los árboles nos permitan ayudar a predecir terremotos es algo, sin duda, muy innovador y de alto interés y aplicación en un país como el nuestro”.

Próximos pasos

Volviendo a la hipótesis de la interconectividad de los campos electromagnéticos, las proyecciones de este estudio a nivel mundial apuntan a saber si las respuestas eléctricas de los árboles se correlacionan con eventos que gatillan respuestas emocionales masivas en poblaciones humanas, tales como guerras, estallidos sociales y desastres naturales pandemias, inundaciones o mega-incendios. Es por esto que “los investigadores estamos haciendo un llamado a personas de todas partes del mundo a sumarse a la iniciativa liderada por el HeartMath Institute”, finaliza la investigadora.