Las abejas utilizan el néctar floral de las especies vegetales que crecen en la cercanía de la colmena, para convertirlo en miel. Este producto ha aumentado en los últimos cuatro años su participación en el mercado nacional y en el de exportación. Además, se ha expandido y diversificado su consumo, observándose una creciente preferencia por las mieles diferenciadas.