Durante la última década, en Chile se han cultivado entre seis y siete mil hectáreas de cebolla por año, lo que convierte a esta especie en una de las principales hortalizas producidas en el país. De esta superficie, cerca de 65% corresponde a cebolla de día largo o guarda y 35% a cebolla de día corto o temprana. La especie también destaca por ser, junto al ajo, una de las hortalizas tradicionalmente exportada como producto fresco, con significativos retornos económicos anuales.