La agricultura y sus profesionales se enfrentan a múltiples retos en el siglo XXI: producir un 70% más de alimentos y fibras para alimentar a una creciente población que llegará a los nueve mil millones el año 2050.
Considerando el rol de la innovación en el éxito de los productos, servicios o soluciones entregadas por las organizaciones y al contrastarlo con los desafíos actuales, surge una serie de interrogantes sobre el rol del ingeniero agrónomo.