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Miel antibacteriana: el producto con sello UC galardonado por London Honey Award 2021

Fruto de 30 años de investigación de la profesora Gloria Montenegro y su equipo de la Facultad de Agronomía en Ingeniería Forestal, dos mieles chilenas fueron premiadas por el reconocido certamen inglés. Se trata de la miel Ulmo Rainforest (bronce) y la miel Patagonia Mountain (platino) ambas de la marca Terra Andes.

Hace 30 años la investigadora Gloria Montenegro postuló que las propiedades medicinales de las plantas podrían transferirse a la miel, inclusive sus propiedades antibacteriales. No todas son iguales en términos de origen botánico y propiedades biológicas, por lo que es fundamental identificar su composición y sus efectos. Este trabajo de investigación y el análisis de miles de muestras permitió desarrollar dos productos premiados por el reconocido certamen London Honey Award 2021.

Junto a su equipo, y a la productora Terra Andres, desarrolló el "Active Patagonia Factor" (APF), una tecnología científica que certifica el poder antibacterial de la miel nativa de la Patagonia chilena. En el laboratorio, además de demostrar su efecto sobre bacterias que han manifestado resistencia a medicamentos comunes, encontró evidencia sobre su efecto para potenciar la energía, fortaleza, memoria y agudeza mental en quienes la consumen.

Estas propiedades provienen de los polifenoles, una sustancia química presente en las plantas y que Gloria busca incansablemente. "De este grupo ha salido la aspirina o distintos antiinflamatorios, para lo que he adaptado la metodología internacional. Lo que hago es probar varias bacterias y veo si la miel controla su crecimiento. Si lo hace, luego extraigo toda la azúcar para obtener sólo los compuestos bioactivos y estudiar sus propiedades heredadas de las plantas", explica Montenegro.

En el caso del APF, la investigadora y su equipo lograron certificar el efecto de esta miel de origen patagónico sobre Echerichia coli, Staphyllococcus aureus y Salmonella Typhi, bacterias que provocan diversas enfermedades gástricas, fiebre tifoidea y otras infecciones. "La actividad que yo le probé a la miel para determinar el sello es la que determina los compuestos bioactivos del tipo polifenoles", añade.
Su poder controlador fue comparado con antibióticos como la estreptomicina y penicilina.

Mieles con identidad país
El laboratorio de Montenegro, con el apoyo de la Facultad de Química y Farmacéutica, desarrollan un trabajo interdisciplinario para analizar cientos de muestras de apicultores locales. Si bien comparan sus efectos con las de mieles de origen extranjero, como la Manuka, el equipo dedica su investigación a conocer las mieles endémicas o nativas.

"A mí me interesan las mieles que provengan de la floración del Ulmo, el Quillay u otras plantas. Por lo tanto, cualquier cosa que yo descubra en una miel con identidad país va a ser una patente. Puede ser un extracto bioactivo, bactericida o fungicida. El 2009 ya patentamos las propiedades de la miel de Ulmo", relata la académica de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal.

Actualmente la investigadora continúa analizando el potencial bactericida de mieles de diversos orígenes y sobre diferentes bacterias. Además, su laboratorio realiza capacitaciones para que los apicultores mejoren la calidad de su producto y puedan optar, incluso, a los sellos generados por la Universidad Católica para su valorización en el mercado.

Encuentro reunió a estudiantes y académicos de Doctorados FAIF

Los alumnos de Doctorado de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal culminaron el segundo semestre de 2021 con un encuentro entre compañeros y docentes. La actividad virtual finalizó con una cata de cerveza dirigida por el profesor José Antonio Alcalde.

El primer semestre de los Doctorados de Agronomía e Ingeniería Forestal UC finalizó con un encuentro de camadería organizado por sus propios estudiantes. Esta actividad se realizó el viernes 23 de julio y ofreció un espacio para conversar sobre diferentes hitos del programa, tales como el examen de candidatura, proyecto de tesis, pasantía y el mundo laboral.

Para abordar cada temática, los estudiantes se organizaron en pales que contaron con la participación de exalumnos del programa, quienes compartieron sus experiencias, entregaron recomendaciones y abrieron la conversación entre compañeros que ya han avanzado en su programa junto a quienes ingresaron en periodo de pandemia y no han podido asistir al Campus San Joaquín. En la ocasión, también se interiorizaron en la Comunidad FAIF y el funcionamiento de la Dirección de Investigación y Postgrado.

"Fue un éxito el evento, principalmente por la cantidad de asistentes y por la conformidad reflejada en los buenos comentarios recibidos. En particular, creo que se logró visibilizar el trabajo y parte de la situación actual de quienes conforman nuestra comunidad (administrativas, académicos y estudiantes) de una manera más humana y fraterna. Quienes gestionan nuestra vida académica relataron su experiencia desde el teletrabajo con todas las dificultades que eso les trajo para responder a las necesidades de la comunidad. Espero que sigamos contribuyendo a la generación de estos espacios para la divulgación de nuestro trabajo, pero sobre todo a la formación de vínculos al interior de la Facultad.", señaló el estudiante Felipe Suárez.

Multidisciplina, una característica clave

Los estudiantes también conocieron en profundidad tres líneas de investigación de la Facultad que ejemplifican el trabajo multidisciplinario. Se presentó el Laboratorio de la profesora Gloria Montenegro, el laboratorio de Eduardo Arellano y Quinoa Lab, donde la exalumna e investigadora Claudia Rojas compartió cómo se han adaptado para trabajar a pesar de la Pandemia.

"El plan fue involucrar los diferentes estamentos asociados a la investigación, porque usualmente solo nos quedamos con el nombre de quien dirige el laboratorio, pero era importante destacar que siempre hay equipos que le dan vida a los laboratorios", relató Constanza Echaíz, estudiante del Doctorado en Ciencias de la Agricultura y representante estudiantil de postgrado.

El encuentro finalizó con una conversación con el profesor José Antonio Alcalde, quien compartió su experiencia como estudiante de doctorado en Reino Unido y cómo se gestó su interés por la docencia. Destacó a Juan Gastó y Aldo Norero como sus grandes maestros, y mencionó la docencia formativa por sobre la simple transmisión de conocimiento como un aspecto clave para educar a las nuevas generaciones. El encuentro culminó con una cata de cerveza dirigida por el académico, y con una conversación abierta entre quienes se quedaron hasta el final del evento.

"La tarde se nos pasó volando. Quizás fue un exceso las casi 5 horas de zoom, pero con una asistencia promedio de cerca de 30 personas por bloque, podemos decir que sí participó más gente de lo que teníamos en mente, así que ¡tendremos que esforzarnos un poco más para que la segunda versión sea mucho mejor!", concluyó Echaíz.

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