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Crean centro pionero de ganadería regenerativa en Pirque

not ganaderia regenerativaEl centro tendrá por objetivo la implementación y aprendizaje de diversas técnicas asociadas a esta metodología, la cual "intenta trabajar con la naturaleza para recuperar los ecosistemas, fortalecer las comunidades y mejorar la rentabilidad", señala el investigador responsable, el académico de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal Rafael Larraín.

Son múltiples los estudios que han puesto en evidencia los impactos negativos que la ganadería tradicional, o convencional, tiene sobre la biodiversidad y la salud de los suelos. En respuesta a esta problemática, la ganadería regenerativa es una innovadora aproximación al manejo y crianza de ganado que privilegia el pastoreo controlado y rotativo de los animales, con el fin de sostener la diversidad biológica de los ecosistemas donde éstos pacen y favorecer la recuperación del suelo.

Educar sobre esta metodología sustentable es también el objetivo del nuevo Centro de Ganadería Regenerativa, una iniciativa patrocinada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del ministerio de Agricultura que impulsa el desarrollo de un sitio de aprendizaje de estas técnicas, aplicables para la zona centro y sur de Chile, ubicado en Pirque.

"El lugar donde desarrollamos el proyecto viene de décadas de cultivos y manejos convencionales, por lo que, a estas alturas, su suelo es como un enfermo alimentado por sonda: hay que ir mejorándolo de a poco, dándole las condiciones para que se recupere y luego pueda comer y por sí mismo llevar una vida activa", explicó Rafael Larraín, investigador y académico de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC responsable del proyecto.

Actualmente, casi la mitad (49.1%) de los suelos de Chile presentan erosión. Aun cuando el principal factor responsable de este fenómeno es la acción humana, también hay factores intrínsecos al paisaje. Además, hay estimaciones de que cerca del 50% de la materia orgánica de los suelos se puede perder por efecto de la agricultura y ganadería convencional.

"El proceso de transición para la mejora de estos suelos permitirá comenzar a recuperar estos ecosistemas, aumentar la biodiversidad en y sobre ellos, y echar a andar los procesos biológicos que después sostendrán la nueva forma de producir" explica Larraín.

La iniciativa, que en su descripción oficial se propone "implementar y evaluar prácticas de tipo regenerativas adaptadas a pequeños y medianos productores de la zona central para la producción de cultivos y forrajes, y para la producción animal", es ejecutada por el equipo de la Estación Experimental Agrícola "Julio Ortúzar Pereira", de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

El director ejecutivo de FIA, Álvaro Eyzaguirre, sostuvo que "uno de nuestros desafíos estratégicos es considerar la biodiversidad y sustentabilidad de nuestro ecosistema, así que estamos muy contentos que, a través de nuevas prácticas para el sector, podamos permitir que la Región Metropolitana se convierta en un espacio pionero para la agricultura del futuro".

Por su parte, el Seremi de Agricultura, José Pedro Guilisasti, agregó: "creo que esta iniciativa tiene un gran potencial para ser replicada en la Región Metropolitana, en lugares que también sufren erosión como consecuencia de prácticas ganaderas. Como Ministerio de Agricultura y los organismos dependientes, tenemos mucho que aportar a esta iniciativa pionera, poniendo a su disposición nuestra experiencia en temas relacionados como a través del Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S), para la recuperación de suelos degradados, a través de servicios como SAG, INDAP y ODEPA".

Acciones para una ganadería sustentable

Para Rafael Larraín, las prácticas asociadas a la ganadería regenerativa "son útiles en diversas situaciones ganaderas, incluidas la producción de leche (rubro principal de la Estación) pero utilizables también en otros sistemas ganaderos; desde crianza y engorda de rumiantes, hasta producción de cerdos y aves".

El Centro también evaluará opciones para la producción de maíz en rotaciones con cultivos de cobertura bajo siembra directa, y la producción estacional de cultivos de forraje/granos sobre una "pradera permanente". Además, "se considerará la implementación de un sistema de pastoreo regenerativo con una secuencia de bovinos y gallinas de postura en gallinero móvil", agregó Larraín.

Finalmente, también se buscará desarrollar capacidades en productores, técnicos y estudiantes para aplicar estas prácticas en forma independiente, y difundir resultados productivos, ambientales y económicos de sectores con y sin manejos regenerativos.

De acuerdo con los estudios que existen en el tema, la pérdida de biodiversidad y la frecuente inversión del suelo por arados y rastras destruyen el ecosistema del suelo y hacen que la materia orgánica se degrade liberando CO2. Todo esto genera un suelo menos nutritivo para las plantas; perdiendo su estructura, reduciendo su capacidad de captar agua y de retenerla, y reduciendo el flujo de aire al interior del suelo.

Según el ingeniero agrónomo, "el proyecto es trascendental para la agricultura del futuro, ya que la ganadería convencional se caracteriza por un pensamiento lineal, reduccionista. A través de la recuperación de sistemas biológicos complejos y activos, la ganadería regenerativa intenta trabajar con la naturaleza para recuperar los ecosistemas, fortalecer las comunidades y mejorar la rentabilidad. Para la agricultura regenerativa un suelo vivo y sano es la base para una producción vegetal abundante, sana y rentable".

Fuente: CAPES

Académicos FAIF se suman a declaración pública sobre posibles “tormentas de fuego” en la zona central durante la próxima temporada de incendios forestales

not incendio bosquesPese a las últimas lluvias, investigadores alertan que la próxima temporada de incendios forestales podría ser catastrófica. Con bosques secos convertidos en acelerantes, los siniestros afectarían a sectores cercanos a zonas altamente pobladas del país, como Valparaíso-Viña del Mar, Santiago y Rancagua.

A través de una declaración pública, firmada por más de 100 profesionales del ámbito científico, organizaciones e instituciones públicas, llaman a trabajar en la prevención como una "prioridad nacional", y a proteger los bosques de alto valor para la conservación. Además, es fundamental resguardar a las personas que viven en sus cercanías, ya que los impactos en la salud podrían ser aún mayores en el contexto actual de crisis sanitaria por COVID-19.

En una declaración conjunta, representantes del mundo científico, ONG y organismos públicos, advirtieron de los peligros que los incendios pueden generar en la zona central del país durante el verano, asegurando que están dadas todas las condiciones para un desastre en esta macrozona. A este llamado, han adherido más de 100 profesionales, entre los que cuentan, tres Premios Nacionales de Ciencia.

De a acuerdo a recientes investigaciones, los incendios que podrían presentarse en los próximos meses implican un riesgo extra, pues ocurrirán en las cercanías de las principales urbes del país y áreas agrícolas aledañas, donde habitan alrededor de diez millones de personas.

Entre los efectos directos e indirectos que estos fenómenos podrían tener sobre la población, están la intoxicación por humo, golpes de calor, interrupción de vías de comunicación, abastecimiento de energía y pérdida de la producción agrícola.

En el caso de la exposición al humo, los declarantes advierten que las consecuencias de salud pueden ser aún mayores en un contexto de emergencia sanitaria producto de COVID-19, especialmente en comunas con cuarentena. Ante este escenario, consideran que la prevención de estos siniestros como una "prioridad nacional", que debe ser tomada en cuenta tanto por autoridades como por la ciudadanía.

La advertencia, explican, se extiende para los sectores aledaños a Valparaíso-Viña Del Mar, Santiago y Rancagua, y estaría presente para ésta y las próximas temporadas de incendios forestales.

El peligro de la megasequía

La inminencia de esta nueva ola de incendios se debe en gran parte a que Chile vive desde 2010 una sequía sin precedentes en los últimos mil años, que se muestra con mayor severidad entre las regiones de Coquimbo y del Biobío. No sólo los cultivos y las poblaciones humanas se han visto afectadas por la megasequía, sino también la vegetación nativa.

"A pesar de no saber si todas las plantas que perdieron el verdor realmente murieron, es urgente tomar acciones por las consecuencias que tiene vivir cerca de grandes extensiones de vegetación seca, la cual es altamente inflamable, pudiendo alimentar las posibles calderas de tormentas de fuego, cuyas temperaturas pueden superar los mil grados Celsius. Tales incendios son imparables para cualquier sistema de contención", señalan los expertos en su declaración.

Las llamadas "tormentas de fuego" ocurren cuando los mismos incendios generan condiciones favorables para su propagación, modificando las condiciones microclimáticas de tal forma que éstas les permiten avanzar con mayor rapidez y con una alta energía. "Debido a que la masa de aire que está sobre el incendio se vuelve extremadamente caliente, ésta puede generar nubes que a su vez causan vientos y relámpagos, transportando partículas y favoreciendo la propagación de las llamas" explican en el documento.

Para apoyar a la comunidad, los investigadores y organizaciones también entregaron una serie de recomendaciones que podrían mitigar una eventual crisis producto de estos incendios. Entre éstas, se encuentran reforzar tempranamente los planes de prevención y coordinación para proteger la infraestructura crítica, así como también implementar un plan de comunicación y educación a la ciudadanía residente de sectores rurales de la zona centro del país, que considere protocolos de evacuación y áreas seguras en caso de grandes incendios.

Finalmente, hicieron un llamado a constituir un consejo asesor que considere la participación de actores del sector público y privado, y que permita analizar y trabajar coordinadamente en las estrategias necesarias para enfrentar el alto riesgo de incendios en las regiones de Valparaíso, O'Higgins y Metropolitana, así como también gatillar una respuesta temprana a los impactos de los incendios, que incluya el destino de recursos para este tema.

La agrupación a cargo del llamado incluye a académicos y representantes de más de 10 universidades, 4 centros de estudio, 4 organismos estatales y 6 organizaciones de la sociedad civil, tales como la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES; Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB; Greenpeace; CONAF; Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA; Servicio Agrícola Ganadero, entre otras. La declaración ha sido respaldada por más de cien profesionales, incluido el recién electo Premio Nacional de Ciencias, Francisco Bozinovic.

Revisa el documento completo aquí.

Fuente: Ladera Sur. Crédito fotografía Incendio forestal (referencial) ©Skeeze | Pixabay

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