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Llamados a dar testimonio de alegría y esperanza, más de 1.100 jóvenes recorren Chile

Voluntarios de Capilla País, Misión País, Siembra UC, Viviendas y Coro Misión País, estarán diez días con comunidades de 46 localidades, de 9 regiones de Chile, desde Alto Hospicio (R. Tarapacá) hasta Puelo (R. Los Lagos). Los jóvenes, estudiantes secundarios y universitarios, construirán capillas, salones parroquiales y casas, además de compartir con las comunidades y entregar su testimonio de fe.

Por primera vez, 140 jóvenes construirán 7 casas en 10 días. Se trata de un proyecto completamente nuevo de la Pastoral UC, que edificará casas de 36 o 54 metros cuadrados en Lampa y Batuco. Bajo el nombre de Viviendas, la iniciativa beneficiará a personas seleccionadas por la propia Municipalidad de Lampa y promete entregar mucho más que una estructura, sino más bien un hogar.

Este proyecto se suma a Misión País, Capilla País, Siembra UC y Coro Misión País, iniciativas de la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana de la Pontificia Universidad Católica de Chile, cuyos voluntarios estarán entre el 4 y el 13 de enero construyendo capillas y hogares, además de acompañar a las personas entregando el mensaje de esperanza en Cristo, en 46 localidades de 9 regiones del país. En esta ocasión será desde Alto Hospicio (Iquique) hasta Puelo (Chiloé), es decir, desde la región de Tarapacá, hasta la de Los Lagos.

Este miércoles 4 de enero, 1.150 jóvenes, acompañados por 22 consagrados, participaron de una Misa de envío en la Iglesia del Sagrado Corazón del campus San Joaquín de la UC, donde escucharon palabras de los coordinadores de sus proyectos, del rector Ignacio Sánchez y del Capellán Mayor de la UC, antes de trasladarse en buses a las localidades donde realizarán su misión.

En la homilía, el Capellán Mayor UC, Pbro. Jorge Merino, sostuvo ante los voluntarios que "verlos llegar esta mañana con sus bolsos y encontrarse entre ustedes es una verdadera fiesta, ¡esto es una fiesta de la fe! Y, así como nosotros estamos aquí, hay muchos jóvenes de otros lugares de Chile que también están dando parte de sus vacaciones para compartir con los demás".

"Yo les aseguro que lo que vamos a vivir estos días, nos va llenar el corazón de una manera que sólo Dios puede hacer. Es lo que pasa cuando uno sale de sí mismo y se entrega a los demás. Y ustedes lo han experimentado ya", expresó el sacerdote, añadiendo que "cuando Dios nos hace una invitación, y nosotros decimos que sí, eso nos llena el corazón".

El rector Ignacio Sánchez, en tanto, expresó que "estoy feliz de acompañarlos. Es muy emocionante estar aquí. (...) Se ha dicho mucho que en misiones y trabajos, uno siempre trae de vuelta más que lo que deja. Uno trae más porque se encuentra con las comunidades, y ellas nos dan su esperanza y anhelo. Cuando visito a las comunidades, ellas me agradecen por estos embajadores de la Universidad Católica, eso es muy grato".

"Yo creo que no hay mejor manera de partir este año que teniendo este encuentro con ustedes, tener esta ceremonia, esta misa de envío y poder celebrar esta eucaristía de agradecimiento por todo lo que hemos recibido y también pidiendo al Señor que los cuide, los acompañe y los fortalezca en las tareas que van a hacer", puntualizó el rector.

Jóvenes liderando jóvenes

Cada proyecto es coordinado por un equipo voluntario de estudiantes de la UC que, durante un año, se hacen cargo de liderar las iniciativas, ultimando los detalles para que se efectúen correctamente. Además, entregan los lineamientos respecto al espíritu que moviliza a cada grupo de voluntarios.

Misión País es un proyecto estudiantil que desde el año 2004 ha llevado a más de 30.000 jóvenes misioneros a cerca de 500 zonas de Arica a Punta Arenas. Desde su identidad misionera, el proyecto busca responder a las necesidades de la Iglesia chilena prestando ayuda a todas las diócesis del país (https://www.misionpais.cl/).

"Desde abril de 2022 nosotros empezamos con las preparaciones para estas misiones y en agosto empezó a tomar forma de a poco, con el consejo, jefes de zona, equipos y voluntarios. Así es que es una preparación que lleva casi todo un año, aunque se ha visto más trabajo en los últimos meses", cuenta Teresita Grohnert, coordinadora nacional de Misión País.

Asimismo, recalca que "vamos a estar en distintas partes de Chile, de norte a sur, comenzando en Alto Hospicio y terminando en Puelo. Son lugares más alejados, que quizás es más difícil de llegar, pero que como Misión País tenemos la capacidad y las ganas de poder hacerlo. (...) Queremos generar esta identidad nacional a través del Evangelio y lo que es Jesús, que es lo que busca Misión País: hacer un proyecto nacional, hacer Iglesia a lo largo de Chile", señala Grohnert.

Por su parte, Capilla País nació como una iniciativa que buscaba construir nuevos templos de cara a la visita del Papa Francisco a Chile, en 2018, en periferias urbanas donde la Iglesia no se ha podido expandir. Esto, además de compartir una experiencia de encuentro con las comunidades visitadas. Desde su creación han construido 101 capillas (https://www.capillapais.cl/).

José Andrés Prado, coordinador nacional de Capilla País, cuenta que "vamos a hacer doce construcciones y reconstrucciones de capillas, además de mejoramiento de las áreas de un hogar. Queremos lograr llegar a zonas muy periféricas de nuestro país y que no tienen mucha ayuda. Poder demostrar que, aunque seamos voluntarios, tenemos la fuerza y la organización necesaria para llegar a estos lugares, generando un cambio concreto".

"Esperamos impactar de manera positiva en las comunidades, lograr revivir una fe que se ha visto impactada el último tiempo, que a través de Capilla País, crean y sientan que también son embajadores de Cristo", indica.

Siembra UC es un proyecto misionero donde universitarios lideran grupos de escolares de III° y IV° medio, generando espacios de formación e intercambio vocacional, además de llevar la palabra de Cristo con la vitalidad que los caracteriza (https://www.siembrauc.cl/).

Francisco Errázuriz, coordinador general del proyecto, refiere que "lo que queremos es generar una respuesta al llamado de Dios a la santidad, trabajado la esperanza y la valentía. Esperanza, porque queremos dejar e irradiar esa energía y alegría del católico. Y valentía respecto a la coherencia de ser católico hoy".

"Nos gustaría mostrar una Iglesia joven y viva, una Iglesia en salida, dispuesta a compartir, a entregarlo todo. Los voluntarios son una esperanza para nuestra Iglesia Católica, que pese a las crisis, sigue estando ahí, más firme que nunca", explica el coordinador de Siembra.

El Coro Misión País busca ser un instrumento para que Cristo llegue a los corazones de todas las personas, a través de la música y el canto. Ellos recorrerán las distintas comunidades facilitando el encuentro con Dios a través de sus canciones. (https://www.coromisionpais.cl/). "Creemos que la música tiene la capacidad de transformar: transformar una oración en un encuentro íntimo con Cristo; transformar una misión en una amistad profunda; transformar una construcción en un lugar alegre; transformar un corazón en un corazón encendido", sostuvieron los coordinadores generales del proyecto, María José Chadwick y Manuel Jouanne.

Finalmente, el proyecto Viviendas busca contribuir en la superación del déficit habitacional en Chile, a través de la construcción de casas para que familias vulnerables puedan hacer hogar, crecer y desarrollarse familiarmente. Este 2023 es el primer año de la iniciativa (https://www.instagram.com/proyecto_viviendas/). "Han sido meses bien intensos, pero con harta alegría y esperanza, sobre todo habiendo compartido con las comunidades, con las familias, lo que nos deja más esperanzados, sabiendo que estamos ayudando en la construcción de un hogar", relata Ingrid Ordóñez, coordinadora general de la iniciativa.

"En total, vamos más de 140 voluntarios. Estamos sorprendidos con la cantidad de personas que quisieron participar. Y es que se trata de una problemática social que convoca. Yo creo que si lo que uno propone hace sentido, los voluntarios van a llegar. En Viviendas no es sólo construir casas, es construir hogares; quizás una manera 'más simple' de llegar a las personas, mucho más concreta", recalca la coordinadora.

La industria chilena de la cereza está cerca de tener sus propias variedades

"La industria chilena de la cereza necesita sus propias variedades. Hasta ahora, sólo cultivamos variedades importadas. Sin embargo, Chile necesita nuevo germoplasma adaptado a sus propias condiciones climáticas, logísticas y comerciales para mantener su competitividad como principal exportador del hemisferio sur", afirma la profesora Marlene Ayala, docente e investigadora de la Universidad Católica de Chile, quien está cerca de lograr esta meta con su trabajo de mejoramiento de cerezas.

La carrera de Ayala, quien hace 24 años es académica de la UC, ha estado dedicada al estudio de fisiología y manejo de frutales de hoja caduca, trabajando muy estrechamente con productores y exportadores chilenos de cerezas.

"Soy asesora en cerezas en temas específicos, como proyectos de innovación, manejo de huertos, desarrollo de productos e investigación", explica. Un importante proyecto de desarrollo comenzó el año 2010, el Consorcio Tecnológico de la Fruta, integrado por la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile, varias empresas exportadoras y la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC), quienes establecieron un programa de mejoramiento genético tradicional en cerezas para generar nuevos cultivares adaptados al clima chileno y al mercado de exportación. "Desde entonces, he estado trabajando en el mejoramiento de esta especie y, hasta la fecha, tenemos más de 30 selecciones avanzadas injertadas y en estudio. Veinticuatro de ellas han sido evaluadas en cuanto a rendimiento, calidad y vida poscosecha".

Ayala destaca que, además de producir fruta de alta calidad, las nuevas variedades de cerezos deben adaptarse a las complejas condiciones climáticas de Chile. "Deben ser de bajo frío para zonas con invierno cálido, como en la zona norte, pero también deben tolerar la lluvia y las heladas, además de no partirse durante el almacenamiento. Es imprescindible que además puedan adaptarse al cambio climático, sobre todo en cuanto a tolerancia al estrés abiótico", explica.

Otro aspecto crucial es que las nuevas variedades no tengan excelente calidad a cosecha, sino que además sean capaces de manejar la cadena logística hasta mercados lejanos. "Chile necesita nuevas variedades tempraneras y tardías para evitar que se coseche y procese un gran volumen de fruta durante diciembre y principios de enero de cada temporada. Cosechamos la mayor parte de nuestros huertos comerciales (variedades de media estación) en un período muy corto y concentrado, lo que genera problemas logísticos de embalaje, almacenamiento y envío. Además, la acumulación de fruta en un período corto reduce los retornos al productor Tenemos que descentralizar nuestra producción fomentando la producción de fruta hacia mas temprano o más tarde en la temporada", asegura Ayala.

Señala que los mercados buscan las siguientes características: "Una nueva variedad para Chile debe tener un buen calibre (>28 mm), dulzor (>17 Brix) y alta firmeza (por encima de 85 unidades durofel). Debe tener forma de corazón, ser crujiente, con pedicelo largo. El color rojo oscuro en la piel y la pulpa son también caracteres importantes. Un aspecto muy importante para Chile es la capacidad de almacenamiento, ya que estamos lejos de mercados lejanos en Asia. El potencial de envío y almacenamiento de una nueva variedad de cereza dulce es clave para la industria chilena. Las variedades tempranas y tardías alcanzan precios más altos por kg. Los mejores precios se obtienen con las cerezas cosechadas antes del 20 de noviembre y después del 30 de enero. Actualmente, las cosechas tempranas en la temporada son las más rentables para los productores chilenos", afirma Ayala.

Consultora, docente e investigadora

Además de centrarse en la mejora genética de la cereza, Ayala aborda en su investigación la fisiología de la cereza y su manejo productivo. Esto incluye el trabajo desde 2010 en diferentes sistemas de formación asociados a huertos de alta densidad y pedestres. La absorción y distribución del Calcio y Nitrógeno para aumentar la calidad y el potencial de almacenamiento de la cereza. En 2012, comenzó a estudiar las cubiertas de plástico para evitar la partidura en cerezas, pero actualmente "estamos centrados en manipular el momento de la cosecha y la calidad del producto (firmeza). Tenemos ensayos fisiológicos y de producción en el Valle Central de Chile, donde estamos estudiando el efecto de las cubiertas plásticas en la eficiencia del uso del agua, la fecha de cosecha y las características de la fruta."

Pero parte importante de su trabajo es la docencia: "Es muy desafiante enseñar a los futuros fruticultores chilenos y el contacto con la industria permite enriquecer mis conocimientos y experiencia, mejorando mi capacidad de entregar conocimiento aplicado, no sólo a estudiantes de pre y postgrado, sino que mejorando mi capacidad de encontrar soluciones a problemas cotidianos y estratégicos que enfrentan los productores chilenos."

Áreas en las que las empresas necesitan más ayuda

"En mi opinión, las empresas chilenas necesitan ayuda en estrategias innovadoras de manejo productivo, ya que el rendimiento, la calidad y el potencial de almacenamiento de la cereza dulce dependen principalmente de buenas prácticas agronómicas. Tradicionalmente, hemos producido cerezas en el Valle Central de Chile, pero se han establecido nuevos huertos más al norte y al sur del país. Las nuevas condiciones exigen adoptar estrategias diferentes. Esto es aún más importante si consideramos que el cambio climático está afectándolos, haciendo evidentes nuevas necesidades tecnológicas asociadas a estreses bióticos (plagas y enfermedades) y abióticos (sequías y temperaturas extremas) emergentes. Además, las empresas deben seguir esforzándose en las tecnologías poscosecha, ya que para llegar a nuestro principal mercado (Asia) hay que hacer un largo viaje al extranjero".

Satisfacer las necesidades del mercado actual y futuro

"Mi trabajo de investigación siempre ha estado ligado a resolver los problemas de la industria chilena de la cereza y mi carrera ha crecido a la velocidad del desarrollo de la industria. La mayoría de mis proyectos de investigación consideran la investigación aplicada, centrándose en encontrar las bases para resolver los problemas que está reduciendo o limitando la competitividad de la industria. Una estrecha relación con los productores de cerezas y otros actores ha permitido que los esfuerzos de investigación y desarrollo realizados en la Universidad se transfieran rápidamente a los productores y exportadores", concluye Ayala.

Artículo original publicado en Fresh Plaza

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